Siempre será necesario comprar pintura de buena calidad; pero la mejor pintura del mundo no va a servir de mucho si no se prepara la superficie de manera correcta antes de pintar.
No es buena decisión ponerse a pintar sin primero tomar en cuenta las recomendaciones que enumeramos en este post.
Más del 75% de los problemas de fallas en la pintura, se debe a una mala preparación de la supercie, que afecta especialmente a que el recubrimiento no se adhiera debidamente a la pared, techo o lo que sea que hayamos pintado.
Aunque a veces pueda parecer un trabajo tedioso, largo o innecesario; vale la pena hacerlo. El tiempo y costo que se invierta en ese trabajo de preparación, se ve recompensado en un acabado de mejor calidad y de mayor duración. Debe ser el primer y más importante paso al momento de hacer cualquier proyecto de pintura, sea para una superficie nueva o un repinte.
Hay muchos productos especializados que se pueden aplicar como preparación de la pintura, por ejemplo selladores, empaste, anti hongos, etc; pero incluso antes de esos productos, debemos estar seguros que la superficie a pintar se encuentra apta para el trabajo.
Condiciones de una superficie antes de pintar:
LIMPIA. La superficie debe estar libre de grasa, cera, aceite, jabón, polvo y suciedad.
El secado, curado y adherencia de la pintura será muy deficiente si se pinta sin limpiar las superficies.
ENJUAGADA. Toda superficie interior o exterior, debe ser enjuagada después de haber sido limpiadas con detergente o limpiador.
SIN BRILLO. Esto suele ocurrir cuando es un repinte. Con una lija suave, se debe llijar ligeramente, luego remover el lijado con un trapo o esponja.
SECA. Antes de pintar, el área debe estar completamente seca. Incluso para cuando se debe dar una segunda mano de pintura.
PAREJA. Para emparejar la superficie, se debe lijar, especialmente si hay tramos de la superficie con resanes.
Son condiciones sencillas, pero necesarias para un acabado de mayor duración y lograr el mejor resultado en nuestros proyectos de pintura.